Torres Anyó dispondrá de dos calderas de biomasa (pélet) de la marca Herz para el suministro de calefacción y agua sanitaria a los inmuebles de los tres edificios.

Torres Anyó tiene un contrato con Ecotècnic, empresa especializada en energías renovables y de renombre en Andorra, que garantizará el suministro y el funcionamiento óptimo de esta infraestructura tan valiosa para los propietarios.
Pero ¿realmente representa un ahorro energético y económico una caldera de biomasa?
El coste del combustible de los edificios con calefacción central supone casi la mitad de los gastos anuales de la comunidad de vecinos. La calefacción y el agua caliente representan una gran parte del presupuesto anual, sin contar los gastos de electricidad ni el mantenimiento de la instalación.
Una de las opciones para edificios con este sistema de calefacción es cambiar el tipo de combustible y, por lo tanto, el tipo de caldera que se ha utilizado hasta ese momento. Si bien el uso de otro tipo de combustible, como el gas natural, permite cierto ahorro, según la OCU es importante reconocer que otros sistemas, como las calderas de pélet, permiten un ahorro mucho mayor, ya que llegan a reducir a la mitad el coste anual en combustible. En el caso de las calderas de pélet, además aportan beneficios medioambientales.


La reducción en el coste ronda el 50 %. Aparte del ahorro, las calderas de biomasa tienen otras ventajas, como el desarrollo local y los beneficios medioambientales, y la posibilidad de instalarlas en cualquier edificio, independientemente de si al lugar en cuestión llega combustible como el gas natural.
La instalación de una caldera de biomasa en un edificio con calefacción central tiene una serie de ventajas:
Como hemos comentado anteriormente, es posible reducir a la mitad el coste anual de combustible para la comunidad de vecinos.
El resultado de emisiones a la atmósfera es cero, ya que el dióxido de carbono liberado en la combustión es equivalente al que han absorbido las plantas con anterioridad.
Un ejemplo es el gas natural. Hay lugares a los que la red de gas natural no llega, de manera que la instalación de una caldera de biomasa resulta realmente interesante, ya que el combustible que requiere se puede transportar a cualquier lugar.
Desde pélets hasta huesos de olivas, pasando por leña, astillas, etc., se pueden utilizar varios tipos de combustible en una misma caldera.
Una caldera de biomasa mejora la clase de certificación, lo que repercute en la revalorización económica para su venta.
Como las calderas de biomasa se alimentan de ramas, hojas, astillas, madera, etc., contribuyen a la limpieza de las montañas y, por lo tanto, a reducir el riesgo de incendios. De igual manera, ayudan al desarrollo de la ocupación local, generando nuevos puestos de trabajo relacionados con la recolección y la generación de biomasa.